la indiferencia de las autoridades competentes y la misma sociedad en que vivimos induce a deambular por las calles y en lugares públicos en condiciones sucias, en muchos casos mal olientes, con maltrechas indumentarias, inmersos en su desconocido mundo, muchos enfermos mentales recorren sin horizontes fijos la República Dominicana, y sólo tomados en cuenta por miradas que con sentimientos de lástima o burlas posan sobre ellos.
Estas personas, no solamente son víctimas de la pérdida de la razón, sino también de su dignidad, debido a que en su diario vagar sufren vejámenes de desaprensivos, hambre, frío y otras inclemencias del tiempo. Aunque la locura de muchos haya agotado los recursos económicos y la paciencia de sus familiares, quienes decidieron dejarlos a merced de su enfermedad, otros viven en las calles porque abandonaron sus hogares dominados por los efectos de su trastorno.
La Ley 12-06 sobre Salud Mental, aunque sus disposiciones no se han sentido, por la falta de sensibilidad de las autoridades de salud, prevé proporcionar una condición más digna a las personas con ese tipo de discapacidad, cambiar actitudes y prácticas de discriminación, a través de orientación e información sobre sus derechos, así como la supervisión y seguimiento a su enfermedad. En su artículo 10, dicta que todas las personas que padezcan una alteración mental o que estén siendo atendidas por esta causa poseen “todos los derechos civiles, políticos, económicos, sociales, culturales, y las libertades fundamentales establecidas por la Constitución de la República Dominicana, así como por la Declaración Universal de los Derechos Humanos y demás tratados internacionales que haya suscrito el país. Además, el artículo 45 establece, que después de haber sido egresadas de las unidades hospitalarias esas personas “deberán contar con una supervisión y seguimiento por parte del equipo de salud mental que garantice la continuidad de la atención”.
Entendemos, que se deben atender de manera urgente a esos enfermos mentales y aportar las condiciones necesaria para que estos no se sientan marginados por una sociedad que los vio nacer, y que por una u otra razón los mira con indiferencia y los deja a merced de su suerte.
Esperamos una acción inmediata a esta PREOCUPACION NACIONAL..
Estas personas, no solamente son víctimas de la pérdida de la razón, sino también de su dignidad, debido a que en su diario vagar sufren vejámenes de desaprensivos, hambre, frío y otras inclemencias del tiempo. Aunque la locura de muchos haya agotado los recursos económicos y la paciencia de sus familiares, quienes decidieron dejarlos a merced de su enfermedad, otros viven en las calles porque abandonaron sus hogares dominados por los efectos de su trastorno.
La Ley 12-06 sobre Salud Mental, aunque sus disposiciones no se han sentido, por la falta de sensibilidad de las autoridades de salud, prevé proporcionar una condición más digna a las personas con ese tipo de discapacidad, cambiar actitudes y prácticas de discriminación, a través de orientación e información sobre sus derechos, así como la supervisión y seguimiento a su enfermedad. En su artículo 10, dicta que todas las personas que padezcan una alteración mental o que estén siendo atendidas por esta causa poseen “todos los derechos civiles, políticos, económicos, sociales, culturales, y las libertades fundamentales establecidas por la Constitución de la República Dominicana, así como por la Declaración Universal de los Derechos Humanos y demás tratados internacionales que haya suscrito el país. Además, el artículo 45 establece, que después de haber sido egresadas de las unidades hospitalarias esas personas “deberán contar con una supervisión y seguimiento por parte del equipo de salud mental que garantice la continuidad de la atención”.
Entendemos, que se deben atender de manera urgente a esos enfermos mentales y aportar las condiciones necesaria para que estos no se sientan marginados por una sociedad que los vio nacer, y que por una u otra razón los mira con indiferencia y los deja a merced de su suerte.
Esperamos una acción inmediata a esta PREOCUPACION NACIONAL..
Por: Samuel Sena